Virtua Racing no fue el primer juego en 3D de carreras (recuerdo muchos, incluso en las maquinas de 8 bits), pero si fue tal vez el primero en conseguir que un juego arcade de carreras 3D fuera rápido, fluido y muy divertido. Y es que este Virtua Racing sentaría precedente en como serian los arcades de conducción en el futuro, como la saga Sega Rally o Ridge Racer.
Y todo ello con unos gráficos que vistos hoy en día parecen exageradamente sencillos, casi esquemáticos; pero que en aquel entonces es lo que entendíamos como 3D. Seguramente la principal diferencia con otros juegos de conducción 3D anteriores a nivel técnico es su fluidez; todo va rápido y a un frame rate constante (bueno, eso solo en recreativa) gracias al hardware especifico de Sega y que en la versión domestica se traducía en el chip DSP.
Por otro lado, una vez se nos pasa la borrachera de su explosión gráfica, nos queda un juego divertido, pero que escasea de todo: circuitos, vehículos, modos de juego... Se nota que es una conversión del arcade solo con lo básico y que esperaban que vendiera por sus gráficos.
De todas formas es un clásico que se merece ser re-visitado y que, aun hoy en día, resulta entretenido de jugar unas carreras.